Toda hija tiene que aprender a tener sexo. Y es bueno cuando los padres son comprensivos al respecto. Su padre intentó enseñarle por la vía fácil, pero su madre dijo que ella sabía mejor cómo chupar y contonearse. Decidieron no tocarle el culo todavía, pero le enseñaron buenos modales en el coño y en la boca. La madre resultó ser una hábil maestra y enseñó a su hija la técnica correcta. ¡Qué familia tan maravillosa!
Si esta rubia entiende que este negro la castigará por robar dinero con su gran trompa, ¡los robos sólo aumentarán! Mira su cara de felicidad, ¡ya está pensando en lo próximo que va a robar! En definitiva, no es un castigo efectivo.